Archivo de la categoría: ‘Propostes de reflexió i millora’

Cómo planificar una sesión de entrenamiento, per Oscar Novillo

¿Cómo diseñas tu sesión de entrenamiento? duración, contenidos… ¿Cómo la relacionas con la planificación? mediciones… ¿Te apetece conocer nuestra propuesta?

Creo que a estas alturas, nadie duda de que el entrenamiento es la fórmula en la que se basa todo entrenador para intentar llegar a cumplir con sus objetivos, y lo que facilita que cada jugador evolucione, progrese o sea competitivo.

La forma de desarrollar el entrenamiento es lógicamente mediante sesiones, y las características que pueden diferenciar unas sesiones de otras son innumerables. Pero existen aspectos, que desde mi punto de vista, pueden ayudar en la estructura y en la planificación global a dotar la sesión de mayor sentido y eficacia.

Definir la duración ideal de una sesión (alto rendimiento y con total disponibilidad de instalaciones) dependerá; del momento de la temporada (mayor volumen de trabajo al comienzo), del día de la semana (se suele regular el volumen en sesiones previas a la competición), de la media de edad de la plantilla (mayor volumen para plantillas más jóvenes) o del propio estilo del entrenador… Siendo de dos a dos horas y media, cinco días por semana, el período y frecuencia más habitual de trabajo técnico. Aunque la realidad nos obliga a encontrarnos muy a menudo con limitaciones en la disponibilidad de instalaciones tanto en días como en tiempo.

La estructura de una de estas sesiones podría ser, por ejemplo:

Calentamiento (25 minutos) .
Progresión de trabajo técnico (15 ó 20 minutos).
Previo a la parte principal (15 ó 20 minutos, orientado y a veces unido a la parte principal).
Parte principal (50 minutos).
Correcciones sobre la sesión (10 minutos, por incumplimiento de objetivos y no necesariamente orientado a todo el grupo).
Vuelta a la calma (15 minutos).

figura1

Ante las habituales limitaciones de horario, vamos a tomar como ejemplo una sesión de una hora y media de pista. La prioridad debería ser optimizar al máximo el “trabajo con balón”(realizar tanto el calentamiento como la vuelta a la calma en un espacio anexo habilitado para este fin), pero si esto no fuera posible, mi consejo es efectuar parte del calentamiento cumpliendo objetivos técnicos. Respetando la parte inicial (movilidad articular, estiramientos dinámicos y de tensión activa, revisad EN EL GIMNASIO calentamiento) y enfocando el resto mediante ejercicios técnicos o tácticos que cumplan con una progresión lógica de intensidad física. Este planteamiento de realizar parte del calentamiento cumpliendo objetivos técnicos, también es aplicable en proyectos de alto rendimiento, a jugadores que precisan un volumen mayor de este trabajo. El resto de la sesión se adaptaría en tiempo al modelo anterior.

figura2

En cuanto a los contenidos, me parece importante para empezar, tener claros los objetivos(las circunstancias de cada entrenador definirán los suyos). Es obvio que la preparación previa es fundamental, y que cada uno utilizará un formato (diseño, dibujos, ejercicios) adecuado a su estilo y necesidades, pero al margen de la estructura, un encabezamiento bien diseñado ayudará a orientar la sesión, a encuadrarla dentro de una planificación global y a tener presentes los objetivos.

Os propongo un modelo de encabezamiento con las correspondientes aclaraciones que se podría, con distintas adaptaciones, personalizar fácilmente.

figura3

La sesión de entrenamiento se plantea intentando cumplir ciertos objetivos, pero se puede afinar bastante más en relación con la medición del volumen de trabajo que se invierte en aspectos del trabajo técnico o táctico más concretos (ataque, saque, k1, toque de dedos,…).
Realizar esta medición (se pueden vincular los resultados de cada sesión para que mediante hojas de cálculo se vayan acumulando datos) nos facilitará ciertas explicaciones sobre el porqué de nuestro alto o bajo nivel de rendimiento en distintos aspectos del juego, una vez que se van acumulando meses de trabajo.

Aunque el cuadro de variables a medir puede ser muy distinto dependiendo del nivel, categoría del equipo o de las inquietudes del entrenador, os propongo un modelo que puede servir tal vez como idea.

figura4

Aquel famoso dicho “cada maestrillo tiene su librillo” resulta adecuadísimo en esta entrada, pero aún así, espero que en alguna medida os haya resultado útil para definir o completar el vuestro…

¿Ha sido así?

Oscar Novillo – Gerent Esportiu FCVb

Claves del entrenamiento técnico, per Oscar Novillo

¿Cómo orientas tu trabajo para mejorar la técnica individual? ¿Utilizas exclusivamentemétodos analíticos? ¿Diferencias entre ejercicios que mejoran el rendimiento y los quedisminuyen el error…?

El Volleyballl es un deporte con una exigencia técnica superior a la de la mayoría de los deportes colectivos y en sintonía con algunos deportes individuales, lo que obliga a los entrenadores a tener siempre presente el “trabajo técnico” independientemente de la etapa o nivel de competición.

Pero el “trabajo técnico” se puede enfocar desde prismas muy diversos, con planteamientos y objetivos variables dependiendo de la categoría del equipo, el rol del jugador, experiencia,…

Os propongo un esquema que englobaría la mayor parte de enfoques de trabajo técnico, ordenados según las características metodológicas y desarrollando los posibles objetivos para una utilización lo más práctica posible.

fig1

-La metodología más utilizada para el aprendizaje, mejora o perfeccionamiento de la técnica es el TRABAJO ANALÍTICO. Pero, deberíamos diferenciar enfoques y matices que sin duda aportarán mayor sentido a la planificación del trabajo, y un criterio más acertado en la búsqueda de objetivos.

Dentro de trabajo analítico vamos a diferencias dos enfoques: propiciatorio y específico.
Propiciatorio para los ejercicios que sin realizar el gesto técnico o realizándolo de forma condicionada, facilitarán lo posterior adquisición o perfeccionamiento del mismo.

En el ejercicio que podéis ver a continuación se trabaja de forma analítica la bilateralidad en el control de balón de antebrazos. No se ejercita el gesto técnico, sino que se aporta confianza y control en ambos brazos para facilitar una mejor ejecución posterior del golpeo con brazos unidos. (Los desplazamientos específicos también se pueden incluir en este apartado).

En el siguiente ejercicio sí se realiza el gesto técnico pero condicionado, esto es, se obliga al jugador a focalizar sus concentración en la orientación de los hombros para facilitar de este modo la ejecución, en acciones de juego, de una recepción fuera de la línea del cuerpo.

El trabajo analítico específico tal vez sea el más representativo dentro del trabajo técnico. Consiste fundamentalmente en repetir el gesto técnico en diferentes situaciones y aportando correcciones técnicas si fuera necesario o planteando series de trabajo por objetivos.

El volumen de trabajo, con posibles correcciones técnicas, facilitará la mejora en el acierto en la realización de cualquier gesto técnico (por ejemplo, un colocador realizando colocaciones repetidamente, mejorará su precisión).

fig2

Pero para complementar el trabajo técnico anterior mejorando su eficiencia (eliminando el margen de error), es necesario plantear series de trabajo por objetivos (por ejemplo, un colocador realizando series de diez colocaciones hacia un aro que sirve como referencia, contabilizando los aciertos y penalizando errores, adaptando los objetivos a la aptitud del jugador).

-En cuanto la competición y el resultado que se pueda conseguir en ella adquieren protagonismo, la tendencia del entrenamiento, y en el que más tiempo se invierte, es el MÉTODO GLOBAL. Método, que al contrario de lo que muchos puedan pensar, es igualmente útil para afrontar la mejora de la técnica.

En un ejercicio de juego real entre dos equipos completos (seis contra seis), se dan consignas especiales para facilitar que se ejercite un gesto técnico concreto o algún matiz (recurso) del mismo. Éste tipo de trabajo se debe realizar sin la presión de la competición.

Los condicionantes para que se acabe realizando un trabajo técnico concreto en un ejercicio de juego real, también pueden venir dados por la supresión de algunos jugadores en la estructura del equipo (situaciones específicas). (Por ejemplo, se suprimen las posiciones 1,5 y 6 de uno de los equipos para centrar el trabajo en el bloqueo y evitar la continuidad).
También es posible trabajar la técnica con un método global y con el aliciente de la competición diseñando ejercicios con reglas especiales. La competición no facilita que un jugador modifique su técnica para mejorarla, situación esta que le llevaría en muchos casos a un empeoramiento de su rendimiento, pero sí proporciona una inestimable mejora de la eficiencia, reduciendo los márgenes de error, (es importantísimo en esta versión de trabajo técnico, acertar con el diseño de los ejercicios y sus reglas adaptadas).

En el siguiente ejercicio, se condiciona la estructura del juego para asegurarnos el poder trabajar situaciones de bloqueo concretas.

Este tipo de trabajo también se puede enfocar valorando el rendimiento técnico, o sea, vinculando el rendimiento en el gesto técnico que nos interese a la puntuación (por ejemplo, que las recepciones perfectas, por sí mismas, sumaran un punto al marcador de la competición, y los errores en recepción lo restaran…).

-Aunque lo lógico sería que jugadores de base invirtieran más tiempo en métodos analíticos y los jugadores absolutos en métodos globales, seguramente, en todos los casos, se debería hacer uso de todas las opciones de trabajo técnico expuestas en esta entrada. El éxito del entrenador radicará en encontrar la receta ideal para su equipo.

¿Y tú qué utilidad encuentras en este planteamiento?

 Oscar Novillo – Gerent Esportiu Federació Catalana de Voleibol

El golpeo de antebrazos y su evolución hacia el alto rendimiento, per Oscar Novillo

El de antebrazos es el golpeo más utilizado en voleibol. A nivel técnico plantea seguro muchas incógnitas… ¿Cómo se deberían sujetar las manos durante el golpeo? ¿Qué variaciones técnicas se podrían incorporar en este fundamental según la edad y nivel de los jugadores?¿Influye la posición de piernas o la del cuerpo en el resultado del golpeo? ¿En qué medida?…

Seguramente no existe una única respuesta o solución válida. Intentaré exponer las alternativas conocidas justificando por qué nos decantamos por trabajar con alguna de ellas en  concreto.

El primer paso en el aprendizaje de este gesto técnico debería consistir en controlar mínimamente los desplazamientos previos al golpeo. Para ello, en iniciación, podemos utilizar ejercicios en los que la pelota se coge o agarrar con ambas manos por debajo de los hombros en lugar de golpearla.

En lo que respecta al golpeo, existen dos formas, desde nuestro punto de vista, válidas en el aprendizaje para plantear la sujeción de las manos, y una tercera, poco común, que también ha facilitado buen rendimiento en ocasiones.

La primera forma de sujeción es el tradicional agarre partiendo desde la superposición de una mano sobre la otra

figura1Agarre dedos sobre dedos.

figura2

Facilita la extensión de los codos y la formación de la superficie de contacto.

figura3

El problema que puede surgir con esta forma de sujeción es que se deforme la superficie de contacto hacia el lado dominante del jugador, perdiendo uniformidad

La segunda forma de sujeción matiza la anterior solucionando el posible problema de la falta de uniformidad, agarrando una mano con la otra

figura4

Una mano cerrada y la otra la agarra.

figura5

Mantiene de forma natural los pulgares a la misma altura y la unión de las muñecas, y forma una buena superficie de contacto.

Como curiosidad, técnica de golpeo de brazos sin agarre, enseñada en algunas escuelas de centro y norte américa, enfocado a jugadores /as que se inician en el volley con un desarrollo físico considerable (categoría cadete o juvenil) ya que es necesario tener fuerza en los brazos para poder mantener la posición de brazos tras el impacto del balón. Algunos jugadores cubanos o puertoriqueños (Gregory Berrios) han exhibido esta técnica en la Superliga española.

figura6

Técnica poco común que se valía de un objeto rígido (bolígrafo por ejemplo) sujeto por las manos, para comenzar a asimilar el gesto.

Otros aspectos importantes a la hora de afrontar el aprendizaje son:

Los brazos deben estar separados del cuerpo (ángulo recto aproximadamente) para facilitar conseguir una buena superficie de contacto.

El cuerpo debe estar ligeramente inclinado para propiciar que el golpeo vaya hacia adelante.

Las piernas semiflexionadas para generar estabilidad y contribuir en el golpeo.

Los pies, separados a una distancia cómoda y con uno de ellos adelantado ligeramente para permitir mayor equilibrio. Es importante, para contribuir a ese equilibrio, que los pies estén paralelos (ambas puntas mirando hacia adelante).  Se plantea en ocasiones (para iniciación) adelantar el pie más próximo al lateral de la pista, pero este es un planteamiento que varía con la misma evolución del gesto técnico hasta realizarlo completamente al contrario en etapas posteriores.

figura7

Modelo técnico correcto, mecanizado con un singular método de cuerdas y sujeciones.

En la evolución hacia el alto rendimiento nos encontramos con que, solamente en el golpeo de un balón fácil (freeball) se mantiene en gran medida la técnica de base del golpe de antebrazos.

En recepción, por ejemplo, del saque flotantese pasa de un planteamiento (hasta categoría infantil aproximadamente) de frontalidad, a otro en el que tanto los sistemas tácticos que implican a menor número de receptores, como la exigencia de los saques (más agresivos y con menos parábola), obligan a plantear a menudo la lateralidad en el gesto.

figura8

Golpeo frontal, con cierto desequilibrio (puntas de los pies abiertas y sin contacto con el suelo) provocado por la dificultad del saque.

figura9

Recepción lateral de un saque flotante. Pierna izquierda retrasada para facilitar el descenso del hombro derecho y conseguir mejor superficie de contacto.

figura10

Recepción lateral de saque flotante por la derecha.

En el caso del saque en salto en potencia (valorable en categoría juvenil para algunos jugadores), el gesto original de golpeo de antebrazos se desvirtúa por la mayor proximidad de los brazos al cuerpo (difícil mantener el ángulo recto entre cuerpo y brazos al tener que amortiguar la velocidad de la pelota), y en situaciones de lateralidad pero más próximas al suelo y en desequilibrio.

Ante saques realmente potentes se adoptan, en ocasiones, gestos técnicos más propios de la defensa que de la recepción.

figura11

Recepción frontal de saque en salto con aproximación de los brazos al cuerpo.

figura12

Recepción lateral baja de saque en salto potencia. Con ligero desequilibrio hacia la izquierda que la velocidad del saque hace imposible evitar.

figura13

Curiosa imagen de recepción de un saque en salto en potencia en zona de conflicto, con gesto técnico de golpeo lateral bajo y en desequilibrio.

Y por último, en cuanto a la evolución del golpeo de antebrazos en defensa (tema que ya se ha tratado en este blog), se mantiene la esencia del golpeo básico tan sólo en situaciones sencillas. Bien es cierto que, para facilitar la defensa de ataques fintados, a menudo se plantea un ligero desequilibrio del centro de gravedad hacia adelante, apoyando el peso del cuerpo sobre la punta de los pies.

La evolución a partir de categoría juvenil de la técnica en el golpeo de brazos, dependería en gran medida del nivel físico de la competición, a mayor potencia de ataque menor tiempo de reacción, y en consecuencia, mayor superficie de contacto es necesario ofrecer al atacante, además de la habitual separación de manos.

figura14

Técnica defensiva para ataques de primer tiempo o en línea, donde el escaso tiempo de reacción, no permite la preparación para realizar un gesto técnico más próximo al básico.

¿Estás de acuerdo con estos planteamientos, o tal vez eres capaz de aportar nuevas soluciones?

Oscar Novillo – Gerent Esportiu Federació Catalana de Voleibol

Entrenador: profesionalización y formación, per Oscar Novillo

¿Preparados para una nueva reflexión? En este caso incidiremos en la situación actual del entrenador… ¿Es el alto nivel el ámbito donde poder optar a la profesionalización, o pasa a ser el trabajo en la base? ¿Qué anima al entrenador a formarse? ¿Precisa la situación actual de cambios normativos?

Actividad vocacional en la mayoría de los casos, la crisis económica ha dejado un panorama realmente desalentador para el voleibol, y el deporte profesional en general.

Exceptuando el fútbol, y en gran medida por la flexibilidad con la que es tratado por el fisco, el resto de ligas nacionales se han visto seriamente devaluadas en los últimos años.

En concreto, las superligas de voleibol, han sufrido un grave retroceso hacia el amateurismo debido a la inevitable pérdida de recursos de los clubes en sus proyectos de élite.

Muchos de los jugador@s profesionales han tenido que emigrar y buscar la continuidad de sus carreras fuera de nuestras fronteras, y para los entrenadores no ha sido muy distinto. Deportes como el balonmano, con prestigio internacional, no lo han tenido difícil para que sus mejores profesionales encuentren cabida en ligas internacionales.

En volei, ya son pocos los entrenadores profesionales vinculados a la élite, y el resquicio más habitual para optar por la profesionalidad está empezando a ser trabajar en una estructura de club, aunque un gran número de entrenadores contemplan el voleibol como una mera actividad complementaria a un trabajo algo más seguro y fiable.

DSC_0163

La nueva ley del deporte no va a ayudar a que esta situación mejore, muy al contrario, forzará (si nada lo remedia) una reducción de las ya escasas compensaciones que se reciben por entrenar  equipos y se generarán dudas en quién compagina el volei con otra actividad laboral por las posibles incompatibilidades fiscales.

Los clubes, sin la llegada de esa ley de mecenazgo que nos equipare a la mayoría de países europeos en incentivos fiscales para empresas, no contarán con facilidades para proveer de recursos a proyectos ambiciosos en sus primeros equipos.

¿Y esta situación repercute de alguna manera en entrenadores y su formación? Lógicamente…

Los cursos con los que, actualmente, los entrenadores consiguen la titulación para desarrollar su “trabajo”, aportan una buena base para comenzar la andadura, pero los conocimientos adquiridos en ellos no son definitivos, necesitan ser completados y actualizados periódicamente mediante una formación continua.

La experiencia que va adquiriendo el entrenador con el desarrollo de la actividad será de gran valor, pero si los proyectos se limitan a la base la utilidad se relativiza. El nivel de las ligas estatales absolutas, tampoco ayuda a que los técnicos de clubes inmersos en ellas crezcan, y no resulta nada sencillo ver retransmisiones de voleibol de alto nivel, ligas internacionales o competiciones de selecciones.

Con este panorama no es sencillo adquirir un bagaje formativo suficiente para afrontar con garantías retos deportivos, de ahí el compromiso de la FCVB en facilitar esa formación mediante las actividades propuestas desde la colegiatura.

Pero no todos los entrenadores cuentan con la misma inquietud por la formación. Suele ser la profesionalización lo que estimula a entrenadores a invertir tiempo y recursos en su formación, pero si resulta tan complicado adquirirla mediante proyectos de alto nivel, ¿qué alternativa queda?

Tal vez debamos plantearnos si las limitaciones existentes para un entrenador a la hora de compaginar el trabajo en diferentes clubes, deberían mantenerse. Posiblemente, si un entrenador contara con libertad para asumir varios proyectos, en un mismo club o en diferentes, unido a un cambio de filosofía con respecto al enfoque de los objetivos en categorías inferiores, tendiendo a dar mayor importancia a la formación que a la competición, veríamos incrementado el número de profesionales.

Tal vez este entrenador, que va adquiriendo más experiencia y formación, sea valorado de forma especial para proyectos de iniciación más ambiciosos y pueda conseguir una compensación algo superior por ellos con lo que vería recompensada su apuesta.

Tal vez, el hecho de poder “facturar” trabajo a un nivel que realmente compense, podría facilitar la incorporación al mundo del deporte en la base, de la figura del profesional autónomo, que podría acabar siendo la solución legal para muchos clubes o instituciones.

Está claro que esta reflexión de la que quiero haceros partícipes contiene un montón de matices discutibles. Ahora os doy la oportunidad a vosotros de enriquecerla con vuestras aportaciones…

 OSCAR NOVILLO

Progresión de los sistemas tácticos, per Oscar Novillo

Aprovechando la ponencia del pasado fin de semana en la que tuve la oportunidad de compartir, con un grupo de técnicos, mi visión sobre los planteamientos idóneos que se podrían desarrollar a nivel táctico en categorías de base, os dejo que reviséis o repaséis el material con el que se desarrolló la charla, y os traslado algunos de los aspectos más controvertidos que surgieron en el trascurso de la misma.

  • ¿Cómo objetivo del técnico de base, debe prevalecer el resultado o la formación?
  • ¿Cómo debo comenzar a especializar a los jugador@s y que aspectos no tendrían que dejar de trabajar pensando su futuro?
  • ¿Por qué debo plantear sistemas de ataque abiertos y retrasar la incorporación del ataque por el centro en salida de recepción (K1)?
  • ¿Qué ventajas puedes encontrar al utilizar un sistema defensivo con apoyo central?
  • ¿Por qué elegir un sistema de recepción en línea sobre un sistema en “U” o semicírculo?
  • ¿Cómo se deberían estructurar las etapas de formación con respecto al aprendizaje del bloqueo?
  • ¿Por qué un sistema 4 2 ó un sistema 6 2 antes de pasar al 5 1?

Información Clínic (Progresión Sistemas tácticos)

 

Espero que os sea útil o que por lo menos os provoque una cierta reflexión su posible utilidad.

Comentad vuestras conclusiones.

GRACIAS

Oscar Novillo | Gerent Esportiu FCVb

‘El entrenador de base’, per Óscar Novillo

¿Cuál debería ser el objetivo principal de un entrenador de Base? ¿El objetivo debería estar orientado hacia la competición o hacia la formación? ¿Son ambos objetivos compatibles? ¿Se debería priorizar sobre alguno de ellos?

Como primera aportación para la dinamización de este blog, y teniendo en cuenta que uno de los objetivos que buscaré en mi bloque será fomentar la reflexión sobre distintos aspectos que tengan que ver con el voleibol catalán, voy a empezar con un tema que desde mi punto de vista, tratado con seriedad, puede proporcionarnos una mejora a tener en cuenta en planteamientos a medio y largo plazo.

Hablando de datos objetivos, el volei catalán tiene aspectos mejorables, lógicamente, pero hay cosas que se están haciendo realmente bien.

Tal vez no tengamos una representación en la élite del voleibol español en sintonía con el volumen de practicantes, y siendo ambiciosos, también podríamos aspirar a contar con más proyectos deportivos llamados a pelear por títulos.

Por otra parte, contamos con una “base de pirámide” realmente envidiable. Con un volumen de competición en todas las categorías muy por encima del de cualquier otra comunidad autónoma, y además, muchos de los/as deportistas cuentan con gran talento y buen potencial.

El volei catalán puede presumir de estas bondades gracias a la gran labor de captación y fidelización que han desarrollado clubes y entrenadores de base.

Los que conocemos el voleibol hasta el punto de haber experimentado el intento de iniciar a jóvenes o niños en él, sabemos lo difícil que resultan esos primeros pasos en un deporte tan técnico (a pesar de las adaptaciones metodológicas que hoy en día lo facilitan), y lo meritoria que es a su vez la captación de esos jóvenes, que en un porcentaje muy alto, se consigue fidelizar, al menos a medio plazo.

_campeones_6c6cbd76

Los clubes, con estructuras y proyectos atractivos así como con el buen nivel y la seriedad con el que puedan contar las competiciones ayudan, pero desde mi punto de vista, es el entrenador de base el gran protagonista de esta fórmula de éxito con objetivos a corto plazo.

Ahora bien, ¿Cuál debería ser el objetivo principal de un entrenador de Base? ¿El objetivo debería estar orientado hacia la competición o hacia la formación? ¿Son ambos objetivos compatibles? ¿Se debería priorizar sobre alguno de ellos?

¿Qué categorías se pueden considerar “de base”? si queremos relacionar base con formación, y aunque seamos conscientes de que la formación de un jugador perdura, en mayor o menor medida, durante toda su carrera, mi opinión es que la etapa de “base” o “formación” abarca desde los inicios hasta que se finaliza la categoría juvenil, como mínimo.

¿Qué importancia tiene la competición? La competición es la esencia del deporte, ya sea enfocada como alto rendimiento, deporte salud, práctica ocasional, deporte individual, de equipo o como reto personal, por lo tanto, es un aspecto a tener muy en cuenta en cualquier etapa del deportista. Incluso en edades tempranas, la competición supone experiencias valiosas para cualquier jugador/a.

Pero “la base” supone un período decisivo en la formación tanto en valores como en aspectos relacionados intrínsecamente con el deporte (técnica, preparación física,…), sin olvidar el que, sin duda, debería ser objetivo principal en cualquier etapa: la diversión, el aspecto lúdico.

¿Se puede conjugar fácilmente un objetivo competitivo ambicioso preservando una correcta formación deportiva, la adquisición de valores y, sobre todo, la diversión? ¡Mi opinión es que no!

He estado muchos años viviendo una versión de nuestro deporte en la que la diversión está estrechísimamente ligada a la victoria, y aunque entiendo que es un mal necesario en un mundo en el que tus resultados marcan tus condiciones laborales y posiblemente el bienestar de tu familia, creo que sería un grave error trasladar esta filosofía a las categorías de base.

El deportista, ya sea joven o experimentado, que no reacciona ante la derrota, tiene muy limitada su proyección, pero el que sólo se divierte con la victoria, tiene muy limitada su vinculación al deporte, y hablando de jóvenes, este es un problema grave.

Volvamos otra vez a datos objetivos. Si repasáramos la relación de jugadores/as que han formado parte de las Selecciones Nacionales Españolas de voleibol, o de cualquier otro deporte colectivo en la última década, veríamos que es casi imposible encontrar un jugador/a que haya sido campeón infantil y nada sencillo encontrar campeones en categoría cadete (muchos medallistas olímpicos de las selecciones de USA comienzan a competir en voleibol con 18 años, en la universidad). Por lo tanto, el único currículum que engorda de manera relativamente útil con los “títulos” adquiridos en categorías de base, es el del entrenador.

¿Y, debería ser la consecución de “títulos” el objetivo prioritario para el entrenador de base? ¡De nuevo mi opinión es que no! Y no creo ser sospechoso de falta de ambición competitiva… Pienso que sólo un club con prisas, o sea, sin un proyecto ambicioso en categoría senior, es capaz de valorar mejor la contratación de un técnico de base por sus resultados en competición, que por los resultados que atesore en formación y valores.

Entonces ¿un entrenador de base debe renunciar a conseguir éxitos en competición? ¡Ni mucho menos! Insisto en la importancia que tiene la experiencia competitiva, incluso en edades tempranas, para cualquier deportista. Si priorizas en formación y valores, asumes ciertos riesgos que limitan en alguna medida tu resultado en competición. Probablemente no juegues al 100% de tus posibilidades (participación de todo el equipo, planteas un sistema táctico más formativo que competitivo, …) pero si el trabajo es bueno, sin llegar al 100% también habrá opciones.

En definitiva, el mérito de un entrenador de base radica en conseguir que el jugador/a conozca el voleibol y se enganche a él, que adquiera experiencias humanas y deportivas que le ayuden a ser un buen profesional (en cualquier ámbito) y una buena persona, y si tuviera talento, dotarlo de las herramientas para poder hacer de su deporte su vida cuando consiga su madurez psicológica y física.

Ahora, el mérito que yo puedo tener como articulista radicará en si he sido capaz o no de suscitar la reflexión entre vosotros…

Espero que, en cualquier caso, el contenido os sea de utilidad.

 Óscar Novillo | Gerent Esportiu FCVb

‘Propostes de reflexió i millora’ la secció del Gerent Esportiu FCVb, Óscar Novillo

¿Cuáles podrían ser las necesidades técnicas del volei catalán? ¿Qué propuestas podrían llevar a nuestros técnicos y deportistas a mejorar el resultado de su trabajo? Desde un enfoque más selectivo y aprovechando mi experiencia en el alto rendimiento, intentaré incidir en aspectos relacionados con el entrenamiento que considere pueden colaborar con la mejora del voley catalán.

Oscar Novillo | Gerent Esportiu FCVb